Además de ser algo significativamente creciente y considerado tendencia en los proyectos arquitectónicos, la biodiversidad se considera fundamental de cara al medioambiente y al diseño. Con el paso del tiempo, los arquitectos (entre los que me incluyo, como podréis comprobar debido a la naturaleza de los primeros artículos que he ido publicando), han ido centrando sus intereses y propósitos hacia modelos más sostenibles.
Además, la normativa también está tratando de orientar a todo el mundo en la misma dirección, como se puede observar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. El primer paso es la concienciación, si todo el mundo comprende la importancia del concepto, la biodiversidad en entornos urbanos puede convertirse en algo “natural”. La arquitectura y el diseño urbano pueden coquetear con la naturaleza para crear espacios bellos, sostenibles y funcionales de forma ergonómica, estética y eficaz.
Uno de los principales indicadores de que algo necesitaba cambiar, fue la extinción de especies y la transformación constante y masiva de terreno urbanizado sobre natural. Las ciudades cada vez son más extensas y se han convertido en un punto esencial para mantener la biodiversidad y la convivencia de potentes urbes desarrolladas plenamente con la fauna y flora de la naturaleza.
El concepto de biodiversidad hace hincapié a la variedad de especies en un mismo entorno. Además, se contempla la variación genética y tiene en cuenta los hábitats de estas especies. Hoy en día, más del 50% de la población mundial reside en terrenos urbanizados y los pronósticos apuntan que a mediados de siglo esta estadística se aumentaría casi un 20% más. Casi tres cuartas partes del mundo llegaría a residir en espacios urbanos. Como consecuencia, importantes extensiones naturales y hábitats enteros están desapareciendo del mapa a una velocidad vertiginosa. En áreas como África Occidental, Brasil o el Sudeste Asiático, la devastación de terreno verde en los últimos años ha sido demasiado notable. Otro efecto considerable que conlleva la pérdida de la biodiversidad, son las alteraciones climáticas a las que se han visto sometidos los ecosistemas.
Ejemplos reales de biodiversidad
Para conseguir ejemplos de biodiversidad es importante regular los fenómenos meteorológicos e introducir características propias del entorno natural como la pureza y limpieza del aire o la polinización. De otro modo, nunca se conseguirá una “simbiosis” entre la urbanización y la biodiversidad, al fin y al cabo, todo sistema vital se construye a partir de los servicios que producen sus ecosistemas.
Debido a ello, los planos de las ciudades o reformas urbanas tienen en cuenta estos factores hoy en día y los arquitectos se han vuelto conscientes de cómo influye la naturaleza en el propio núcleo de las ciudades. Así es como se puede desarrollar una vida urbana repleta de bienestar, de forma sostenible y lo más saludable posible.
Como en todo ejemplo arquitectónico, algunas ciudades han mostrado mayor interés que otras en este modelo de actuación y han tomado mayor iniciativa a la hora de enfrentar los problemas de biodiversidad. Uno de los mayores ejemplos es Singapur, que pretende implementar una estrategia integral que fusione los elementos importantes de una ciudad y de la naturaleza. Entre sus planes, destacan añadir unas 300 hectáreas verdes en los próximos cinco años, emprender proyectos de recuperación de más de 60 especies de y 100 de plantas y pretende levantar parques, como mínimo, a 10 minutos andando desde cualquier hogar.
Por su parte, Reino Unido también ha decidido dar un paso adelante. A partir de 2019, aumentó en un 10% la biodiversidad en los requisitos de aprobación de cualquier plan que se presentara a partir de entonces. El aumento de un porcentaje en temas de biodiversidad quizá puede sonar un poco abstracto, pero actualmente existe una métrica de biodiversidad que reúne ciertas condiciones indispensables para el desarrollo de ecosistemas naturales. Estas condiciones probablemente se transformen en algún tipo de norma obligatoria para el año que viene.
Su aplicación a la arquitectura
A pesar de los planes y proyectos que diferentes gobiernos han puesto en marcha, mientras no exista una coordinación activa a nivel urbano y arquitectónico, actualmente no existen tantas probabilidades de que la arquitectura deje una huella significativa en la biodiversidad. La mejor forma de fomentar este concepto para la arquitectura es a partir de la creación de hábitats en desarrollos futuros.
Es importante que a partir de ahora se planifiquen proyectos que protejan los ecosistemas naturales existentes y que se trate de interconectarlos con otros más lejanos. Además de ello, hay que valorar la importancia de la gestión del agua y la construcción de infraestructuras a partir de materiales reciclados. Es importante la implementación de recursos como las plantaciones en tejados, fachadas jardín, pasillos de árboles en las carreteras o infraestructuras naturales de mayor tamaño como jardines o parques. Estos elementos fomentarán la biodiversidad y proporcionarán hábitats que abran paso a la cría, refugio y alimentación de diferentes especies de animales.
Por supuesto, para restituir la biodiversidad, es indispensable que participen distintos factores, comenzando por organismos científicos, autoridades políticas, arquitectos y ciudadanos para que cooperen entre sí y creen ciudades prósperas para la cohabitación de especies.